Pierre Vilar, maître a tous
Para la Asociación de Historia Contemporánea constituye un honor y una satisfacción formar parte del Consejo Asesor del Taller Pierre Vilar, en respuesta a una invitación que fue conocida por su Junta Directiva en la reunión ordinaria de 3 de noviembre de 2006. La persona de Pierre Vilar, a los cien años de su nacimiento, así como el conjunto de su obra, merecen renovar e institucionalizar el reconocimiento y homenaje debidos por parte de nuestra comunidad historiográfica.
El magisterio de Pierre Vilar desde su cátedra de la Sorbona se ha proyectado a lo largo de más de medio siglo sobre diversos territorios historiográficos. Su inicial formación geográfica -espléndidamente evocada en 1962 en la introducción a suCataluña en la España Moderna en una biografia intellectual ejemplar, que luego bautizarán como egohistoire unos colegas que no quisieron incluirle en la plana mayor de la historiografía francesa (Essais d´ egohistoire, Gallimard, 1987)- lo dejó bien preparado para unos tránsitos y cruces teóricos y metodológicos que hoy constituyen una de las características más visibles de la investigación histórica; fue uno de esos tempranos “patos migratorios” (C. Geertz), reclamados hoy por científicos sociales varios, que construyen el conocimiento histórico y social visitando distintos territorios, prestando y tomando prestados conceptos y temas, problemas y perspectivas.
De la geografía a la historia, y de la historia a la economía, como convenía a quien se adscribía a un materialismo histórico practicado desde heterodoxies varias, defensor de la sensibilidad histórica y de la acción humana en tiempos de estructuralismos con los que entraba en polémicas frecuentes. Pero su huella en la genealogía de las investigaciaones de historia económica ha sido tan intensa como reconocida, junto con las de sus amigos Vicens y Valdeavellano, padres -las tres V- de la propia disciplina de Historia Económica. Como tampoco anduvo lejos de los campos literarios y linguísticos: su Iniciación al vocabulario del análisis histórico (1980) pretendía enseñar a colocar las cosas detrás de las palabras, y, detrás o delante, ese es el tema de la actual historia conceptual y de las discusiones sobre la relación entre lenguaje y realidad histórica.
No es necesario recordar el hito que significó su tesis de estado para la historia de Cataluña y para el conocimiento de las raices de una identidad nacional diferenciada. Pero no menor ha sido la influencia de Pierre Vilar en la propia historia de España, primero por su condición de hispanista, referencia inexcusable hasta hoy del conjunto del hispanismo francés, pero también por la atención de buena y cualificada parte de su obra a la España del XVI y del XVII, a los hidalgos, amotinados, guerrilleros, pueblo y poderes del siglo XIX (1982), a esa síntesis tan difundida sobre la Guerra civil española (1986), a la propia Historia de España en el breviario de PUF (1947) tantas veces reeditada, y traducida por un joven exiliado que se llamaba Manuel Tuñón de Lara y a quien había conocido en el entierro de Núñez de Arenas (1951).
Vilar formaba directamente alumnos procedentes de las universidades españolas, atraidos a su seminario de la VI Section de l´Ecole Pratique des Hautes Etudes(Bernal, los hermanos Castillo, Torras, Irene Castells…), influyendo a la vez a aquellos estudiantes de historia de los años sesenta y primeros de los setenta que recuerdan emocionados el impacto que la lectura de libros como aquella edición de Crecimiento y desarrollo de Ariel (1964) causaba en los yermos y eriales de las universidades en la España franquista.
La UIMP santanderina organizó en 1981 un homenaje a Tuñón de Lara en la hora de su jubilación francesa, facilitado por su entonces rector Raul Morodo, cuya presidencia y clausura, correspondió de modo natural a Vilar, quien había apadrinado desde sus comienzos, junto con Noel Salomon o Joseph Perez, su ingreso en la vida académica francesa. Finalizados los coloquios de Pau en 1980, fue allí, en las campas de La Magdalena, donde jóvenes historiadores que comenzaban a entrar en las estructuras universitarias se plantearon por primera vez la creación de una asociación que regulara y normalizara las relaciones entre los historiadores contemporaneistas, una AHC que fue organizada pocos años después.
Pierre Vilar ha sido uno de los mayores y mejores historiadores e hispanistas del siglo XX, ha enseñado a pensar históricamente a varias generaciones, ha sido un auténtico maître a tous, y eso es lo que, de modo coherente con la importancia y pluralidad de su magisterio, reconoce este taller-atelier dedicado a su recuerdo.
Carlos Forcadell Alvarez
Presidente de la Asociación de Historia Contemporánea